Andrea Mª González es la enfermera escolar del Colegio Punta Galea, centro asociado de CECE Madrid, y que cuenta con nuestro colaborador SchoolNurses. Andrea tiene el Grado en Enfermería por la Universidad Complutense de Madrid y el Máster en Enfermería Escolar por la Universidad Europea Miguel de Cervantes. Previamente, entre más experiencias, se formó en urgencias pediátricas en el Hospital 12 de Octubre y desde hace ya varios cursos escolares trabaja como enfermera escolar en este centro educativo.
¿Qué te cuentas, Andrea? ¿Cómo es tu día a día como enfermera escolar?
En el colegio cada día es diferente y nunca sabes lo que te puede pasar. Por las mañanas lo primero que hago es preparar todas las medicaciones de los alumnos con alguna patología crónica y de aquellos que la requieren de forma puntual.
Además, preparo la enfermería con todo aquel material que voy a necesitar a lo largo del día y reviso si tengo tareas pendientes (inventario de material y medicación, alumnos con nuevas patologías o alergias ….). Después ya es ir esperando a que vengan los alumnos e ir atendiendo cada una de sus necesidades.
¿Qué papel juega una enfermera escolar en la atención y cuidado de alumnos con enfermedades crónicas, como la diabetes, la epilepsia, el asma…?
Los alumnos con enfermedades crónicas, como la diabetes, requieren de muchos cuidados a lo largo de una jornada escolar. Que haya una persona cualificada para atenderles es fundamental para aportar tranquilidad a las familias, sintiendo que sus hijos estarán bien atendidos, controlados y supervisados por un profesional. Es importante también la ayuda y orientación del niño en el cuidado de su enfermedad. Yo soy diabética desde los 9 años, y estudié en un colegio donde había una médico y una enfermera, y tanto a mí como a mi familia siempre nos aportaron ayuda en los momentos de dificultad que tiene esta enfermedad.
¿Cómo se puede educar desde el papel que realiza la enfermera escolar? ¿Puedes compartir alguna anécdota especial?
Formamos parte de la educación, realizando talleres para la salud en las aulas; y en la consulta de enfermería, resolviendo dudas de alumnos, personal del centro, profesores y padres. En muchas ocasiones, los alumnos nos cuentan sus rutinas o hábitos de vida, y también les podemos ayudar orientándoles sobre hábitos más saludables.
Es muy importante ayudar al profesorado, dándoles pautas para saber reaccionar o actuar ante una emergencia; como una reacción anafiláctica o una convulsión; que con una buena actuación, pueden salvar la vida de un niño. Me gusta mucho advertir a los profesores de estos riesgos siempre que se marchan de excursión, preparándoles las medicaciones de rescate que tienen pautadas cada niño.
Anécdotas tengo muchas, pero las que más me llenan en mi profesión son aquellas en las que puedo ofrecer mi ayuda a niños con problemas, que confían plenamente en mí contándomelos.
¿Cómo es la coordinación con otros profesionales del colegio, como docentes, cocineros u otro personal, para garantizar el bienestar de los alumnos?
Existe una buena coordinación con todo el personal del colegio. Con los profesores, secretaría, cocina, dirección, mantenimiento, orientación... ofreciéndome siempre la ayuda necesaria para yo poder atender muy bien a los niños.
¿Qué tipo de apoyo crees que necesitan las familias en temas de salud escolar y cómo contribuyes a ofrecerles ese respaldo?
Desde el colegio, mediante sus redes sociales y página web, se van colgando publicaciones e infografías de EPS que creemos que son importantes compartir con ellos. Se les envían circulares informativas de patologías. También se atiende telefónicamente a las familias, con disponibilidad para ayudarles ante cualquier duda.
Si pudieras pedir algo a “los que mandan” para mejorar la educación desde tu perspectiva como enfermera escolar, ¿qué sería?
Pediría al Ministerio de Sanidad y al de Educación que crearan la figura de enfermera escolar obligatoria en todos los centros educativos.
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